
Una madre no pide opiniones sobre cómo debe criar o alimentar a su cría. La crianza de un ser y otro son diferentes, porque las necesidades de cada persona también son diversas. Los tiempos cambian, las fortalezas que debe tener un individuo para vivir el momento que le ha tocado, no son las mismas fortalezas que debían tener otra gente décadas antes. Ella por instinto sabe qué alimento nutre a su retoño y si necesita apoyo, busca en los canales correctos y seguros. Tampoco se inmuta en pedirte que le cuides a su peque para ella tomar un descanso. Es de costumbre descansar solo cuando el día acaba y todos ya se han dormido. Aunque sea para ver las redes sociales o treinta minutos de su serie favorita.
Mamá no te pide que hagas nada por ella solo porque demuestra estar cansada, agobiada y abrumada de trabajo. Solo quiere que le tengas paciencia para hacer todo lo que tiene en su agenda con calma. Una madre no te pide que contestes a todo lo que te cuenta sobre su maternidad. Ella sólo quiere que la escuches. No pide sugerencias de moda porque ella tiene su estilo, aunque hayan días que no lo parezca. Lo que mamá necesita es que le digas lo hermosa que es y lo bella que le queda la maternidad tal cual. Aunque las estrías y las libras demás hayan llegado para quedarse y las canas comenzaron a salir.
Pero es bella. Ma, eres bella. Mami, eres preciosa por dentro y por fuera. Tu valor te hace brillar delante de tus hijos y delante del que te ve esforzada, valiente, llena de sueño físico y de sueños en el corazón.
Mamma mia! Deberíamos pedir un manual al cielo para tener las respuestas sobre nuestros hijos, para cada etapa y no tener que esperar. Pero en la espera es que aprendemos de los pequeños y de nosotras mismas. Es cuando podemos escuchar del mismo cielo las respuestas bien oportunas sobre lo que no sabíamos. Pedir…Mamá no se atreve a pedir ayuda porque no quiere que la tilden de incapaz. Y algunas no quieren soltar a la cría que acaban de parir, porque temen por su seguridad al ya no estar en el vientre. Otras como lobas sólo quieren encargarse ellas, porque la naturaleza salvaje de los primeros meses así se lo exige.
La madre casi no pide, aunque debería pedir más espacio de tiempo para amamantar y ver lo rápido que crece la criatura esas primeras semanas de nacido. Aveces mamá no pide quedarse con sus crías cuando están enfermos o cuando la escuela no da servicios, pero grita por dentro porque el sistema la ata a un puesto y su deber de alimentar a sus hijitos no le permite quedarse en momentos tan claves. ¡Mamá cuántas cosas no pides y deberías pedir! Cuántas más mereces por tu sacrificio, por tu amor desmedido, por tu gran valor.
Escrito por: Edaliz Pacheco @edapacheco @ momdoesitbetter
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Abrazo,
~Edaliz