Fue como un hermoso sueño despertar esta madrugada, y mirarte. Cuando te vi estabas observándome con dulzura; y con una sonrisa. Me llenaste el corazón de tanto amor… Te arropé bien. Te acaricié el cabello y sonriendo cerraste tus ojitos para volver a tus sueños.

Desde antes de que mi hijo naciera, pienso en él y se me desborda el corazón de amor. Se me inundan los ojos con lágrimas, porque es demasiada la emoción que siento de ser su madre. No es la primera vez que despierto y veo a mi pequeño observándome con ternura, y casi siempre me abraza para volverse a dormir. Pero hoy sentí la urgencia de dejar grabado el momento; porque son esos instantes los que me dicen que algo estoy haciendo bien en la vida de mi hijo. No todos los días son como un cuento de hadas. La mayor parte del tiempo estoy entre quehaceres del hogar y ahora de trabajo profesional. Y cuando él no está en la escuela, me interrumpe innumerables veces.
Pero yo suplo sus necesidades, lo abrazo, le sonrío, juego unos minutos y vuelvo a mis tareas. Siempre pienso que hace falta que haga más por y para él. Pero también sé que aparte de obrar para mi bienestar, estoy haciendo mi esfuerzo por él y para él. Hoy no lo entenderá. Pero algún día lo hará. Mientras meditaba esta mañana en lo pasajero de las temporadas de la vida, lo temporal de los eventos y de las personas, me preguntaba si he disfrutado lo suficiente de las etapas de mi pequeño hijo. La contestación es que creo que sí. Aunque aveces parezca que dudé de mi maternidad y luché con los retos de cada etapa de transición los primeros meses y éstos primeros años.
Ahora si me has leído hasta aquí; si algún día te preguntas lo mismo y puedes llorar de amor, sonreír con los recuerdos, pues has disfrutado tu maternidad. Y si no el ser madre, vivir cualquier otra situación o etapa en la vida te causa esos sentimientos maravillosos, entonces sí lo gozaste. Sí lo aprovechaste. Vivir a plenitud creo yo es tomar ventaja de los momentos que sabemos que no regresan y atesorarlos en el corazón. Agradecer por ellos. Sea la maternidad, los años con los padres, los abuelos, con los hermanos, en alguna profesión, dentro de una amistad… Vivamos plenamente.
Un abrazo,
~Edaliz