El otro día me dio mucha pena y coraje que alguien personalizara una taza con la frase: “No me voy a añadir este año porque no lo usé”. Quizás fue en carácter jocoso, pero wn los comentarios de la foto hubo personas que se sintieron identificadas. Quiere decir que dejaron de vivir sus vidas este año. Dejaron de moverse y de soñar. Abandonaron los deseos de ser felices.
Es cierto que este año hemos sido limitados por una pandemia que nos acuarteló en nuestros hogares indefinidamente. Pero podemos dar gracias porque nuestra movilidad, nuestro crecimiento y nuestro avance ya no está solo en salir a la calle, ya que contamos con la tecnología. Desde nuestras casas podemos prosperar, desarrollarnos profesionalmente, personalmente y socializar através de las redes sociales.
Escuché en Mujer Podcast, de la pastora y empresaria Omayra Font, que el término distanciamiento social es incorrecto. El término que debería emplearse es distanciamiento físico. Yo estoy de acuerdo. Puede que no tengamos las libertades que disfrutábamos antes de la crisis de salud mundial, como compartir con nuestros seres queridos a menudo, viajar, ir de compras indiscriminadamente, etc…Pero eso no significa que vamos a detener nuestras vidas. ¿Sientes que se detuvo tu vida a causa de la pandemia?
No me cansaré de decir que para mantenernos a flote, sentirnos vivos y progresar, el servir a otras personas es esencial. Servir a nuestra familia, amigos, iglesia o entidad comunitaria. Involucrarnos en proyectos acordes a nuestra vocación, propósito de vida, explotar nuestros talentos y creatividad, nos harán contar este año con orgullo y pasión. Habremos hecho de lo que muchos ven límites e imposibles, lo posible. Querremos contar sin duda que vivimos este año 2020.