I intend this to be a short post, because it isn’t too deep what I want to say. This morning I was thinking of the day my C-Section was scheduled and how I felt. But it’s funny because I was comparing it to those days when I had to give my best strut on a runway, when I was in my twenties (not so long ago) he he.
I never fell on my behind when I walked on a runway and I don’t think it was only because of my firm pace; but I also hid that I was nervous and sometimes afraid of those glass-like floors. I remember my peers, many times younger than me telling me they were nervous and scared because a big crowd would be watching them. Instead, I hummed one of my favorite tunes and prayed right before it was my turn and ta da! I fiercely walked through the runway and soon it was all over. Almost the same thing happened when my C-Section was programmed.
I never told anyone (not even my husband) that I was scared or that I was nervous about the surgery, until it was in the past. I actually went to the bathroom for number two like four times before I was taken to the OR (LOL). That’s how nervous I was. But then again, I hummed my favorite tunes and prayed intensely. I survived. I don’t know who needs to read this. But I want you to know that you will make it mama. I was supposed to be writing about something that I had planned for this month, but this came out.
If this was for you or you think another mama needs it, please comment and share it. It’ll mean the world to me.
Hugs,
~Edaliz
Mi intención es que este escrito sea corto, porque lo que quiero decir no es tan profundo. Esta mañana pensaba en el día que mi cesárea fue programada y cómo me sentía. Pero es gracioso porque lo comparé con esos días en los que me tocaba modelar en una pasarela y dar lo mejor de mí. Entonces estaba en mis veinte (no hace mucho mucho tiempo; je je).
Nunca caí sentada en una pasarela y no creo que haya sido sólo por mi paso firme. Pero también le doy crédito a que siempre escondí mi miedo y mis nervios. Recuerdo que mis compañeras siempre me decían que estaban nerviosas y que tenían miedo, porque un gran público las estaría mirando. Sin embargo, yo tarareaba mi canción favorita y hacía una oración justo antes de mi turnoI y ¡tan tan! Caminaba ferozmente a lo largo de la pasarela y pronto ya todo había acabado. Casi lo mismo me ocurrió cuando planificaron mi cesárea.
Nunca le dije a nadie que tenía miedo y nervios por la cirugía. Al menos no hasta que quedó en el pasado. Ese día fui al baño para el número dos como cuatro veces (mucha información; ¡ja ja!) Así de nerviosa estaba. Pero una vez más, tararié mis canciones favoritas y oré intensamente. Sobreviví. No sé quién necesita leer esto, pero quiero que sepas que tú también lo harás mamá. Se suponía que escribiera algo que ya tenía planificado para este mes, pero salió esto.
Si este escrito era para ti o es para una amiga, me encantaría que comentes y que lo compartas.
Abrazos,
~Edaliz
Mom Does It Better 