Sé que algunos días te sientas a pensar: “qué mucho tengo que mejorar mis capacidades como madre, la manera en que hago las cosas para cuidar de mis seres amados en casa…” Estoy en tus zapatos todos los días.
Cuando pienso que lo tengo todo bajo control, olvido algún detalle y me llega hasta la fibra más profunda de mi alma; tanto así que siento que me quema.
Hoy fue uno de esos días…
Estuve trabajando con mi cliente unas horas y dejé a mi bebé al cuidadonde mi esposo. Cuando terminé mi trabajo, mi esposo pasó a recogerme y nos fuimos a comer. En el restaurante mi pequeñín comenzó a quejarse y sabíamos que no tenía hambre. Así que cuando lo levanté de su coche (carreola) me di cuenta que estaba muy mojado y salí a cambiar su pañal. Para mi sorpresa, yo había rellenadonsu bulto de pañales con todo menos con un cambio de ropita adicional. BUM!
Tuvimos que terminar nuestra cena abruptamente e irnos a casa. Para ser honesta, pudimos haber prevenido el incidente si cambiábamos de pañal a bebé antes de llegar al restaurante, pero no lo hicimos. Me sentí comonla peor madre por no prevenir el malrato para mi bebé ni para nosotros. Buuu para mí otra vez.
¿Aprendí una lección? ¡Claro que sí!
- Tengo que revisar una y otra vez el bulto de pañales para que no falte nada
- Tengo que revisar a mi hijo más seguido para que no ocurran accidentes inesperados
- Debo intentar no culparme tanto como madre, porque podría apostar a que a muchas otras mamis les ha pasado lo que a mí. Somos imperfectas, pero amamos y cuidamos con todo nuestro ser a nuestros niños.
Alguna vez te ha sucedido un “ups” de madre como este? ¡Déjame tus comentarios y apoyémonos mutuamente!
No seremos perfectas, pero somos la madre perfecta para nuestros hijos.
~Edaliz
Hugs,
Edaliz